Sobre
el Proyecto de Valeria Sánchez y Mariela Bakstanas
Por Natalia Di Marco
Proyecto
Estela: la finitud de los límites
John Berger
El espacio creado en
consonancia con el tiempo transitado; o será el tiempo transcurrido lo que
anima la narración del espacio; ya se sabe que no es lo mismo ver que mirar.
Ya
se sabe que, habitar habilita al mismo tiempo el mirar.
Una abertura solo nos
permite ver una parte sesgada de una totalidad; un pequeño fragmento detenido
en el tiempo.
Ese lugar, ese punto,
se vuelve cuestionador del ver.
En este aspecto, el
espacio va siendo creado a medida que va siendo transitado; la mirada en ese
punto, es justamente un posicionamiento, una concepción que predomina en la percepción
del que mira; juega para sí el lugar, lo que sucede “in situ”.
En este caso, el habitar
cobra una permanencia de fluidez que deshace la mirada mítica de lo que debe
ser.
Es como caminar en
planos que se pliegan y despliegan; anulando aquella perspectiva de ojo único o
inmóvil, para conformar secuencias desplegables en el espacio/tiempo.
Así sucede que los
límites se vuelvan vulnerables, finitos;
Aconteciendo en
territorios dilatables.
Una interferencia a la
habitualidad mundana;
Configurando una nueva
apertura al sentido común;
Como atravesar el ver
para llenarlo de mirada.